Contenidos del artículo
¿Quién no ha oído hablar a estas alturas de la Inteligencia Artificial generativa? Quizá este boom te ha pillado a contrapié y no sabes exactamente cómo funciona ni cómo puedes utilizarla. Este artículo es una breve introducción para que conozcas los términos principales y puedas comprender a qué viene todo este revuelo.
Contexto sobre la Inteligencia Artificial generativa
La IA ya está aquí desde hace años. Un ejemplo es el chatbot de una página web que contesta a las preguntas más habituales. ¿Y si te digo que el primer chatbot es de 1966? Se llamó ELIZA y simulaba ser terapeuta. También tenemos costumbre de hablar con Siri o con Alexa para realizar diferentes peticiones como poner una canción o enviar un mensaje.
La teníamos tan integrada en la vida diaria que casi no te habías percatado de ella. Entonces, ¿qué ha cambiado? La forma de interactuar. Ya no son respuestas preprogramadas de antemano, sino que es una respuesta específica a tu pregunta concreta. Se parece más a cómo te respondería una persona experta en la materia por la cual has preguntado. Aquí está uno de los quid de la cuestión: parece. Por un momento olvidas que no estás hablando con un ser humano y que es una máquina la que te da las respuestas. De hecho, hay teorías de que la IA ya pasó el test de Turing.
A grosso modo el test de Turing es una prueba para saber si las respuestas generadas por una máquina podrían pasar por humanas. Este test en sí mismo genera controversia sobre si se ha pasado o no, también si se ha quedado obsoleto (fue formulado en 1950). ¿Nos hemos preparado para reconocer algo creado por una máquina? Si le preguntas a ChatGPT dice que no ha sido sometido al test.
La revolución de ChatGPT es que es información a la carta. Ha pegado un salto que ha sorprendido, incluso, a las personas que la han creado. De hecho, hay una gran polémica entre la comunidad científica, porque hay quien piensa que debemos dar un paso atrás y conocer los posibles riesgos, y quien abraza este cambio.
Lo que es indudable es que sí es una revolución tecnológica. Si es del nivel de la Revolución Industrial el tiempo lo dirá. Lo que es indudable es que las reglas del juego están cambiando. Desde realizar un trabajo para el colegio hasta escribir un artículo (como este) para el blog. Esto ya no será lo mismo.
¿Qué es un promt?
Esta es la “magia” de la IA. Puedes pedirle exactamente lo que quieres y cómo lo quieres. Puedes decirle que redacte un texto a modo de un copywriter o con tono institucional. Que te añada emojis porque lo quieres para una red social concreta o incluso te puede generar los hashtags específicos para cada una.
Pero no solo te sirve para generar contenidos para las redes sociales, artículos para el blog o para tu página web. También puedes hacerle preguntas. Resuelve tus dudas de forma más eficaz que un buscador convencional. ChatGPT funciona como un diálogo, como un chatbot, y recuerda lo que estáis conversando. Esto abre un mundo de posibilidades y además es muy práctico para afinar la búsqueda.
Lo mismo sucede para las imágenes. Hay una versión de OpenAI (los creadores de ChatGPT) específica para imágenes: Dall-e 2. Indícale que estilo artístico quieres, el tipo de encuadre e iluminación. Y por supuesto el tema. Cuanto más específico sea tu promt más probable es que la imagen que te devuelva sea parecida a la que tienes en mente. Pero no siempre sucede así. De hecho, ya hay un nuevo perfil profesional especialista en crear promt por lo que no es tan sencillo conseguir lo que quieres. Sobre todo, a la primera. Es una cuestión de práctica.
La IA no es infalible
No todas las respuestas que te da son correctas. De hecho, si has comenzado a experimentar con ella, seguro que te has tropezado con más de una errata. Aunque es cierto que se va notando una clara mejora. Al fin y al cabo, seguimos entrenándola entre todas las personas que la utilizamos, dándole cada vez más información.
Debemos mantener el espíritu crítico y comprobar su veracidad. Igual que no todo lo que está escrito en papel, que leemos en Internet o vemos por televisión, es cierto. Vivimos en un mundo de fake news, y la IA puede acrecentarlo si creemos que todas las respuestas que nos ofrece son correctas.
Las reglas todavía no están escritas y cada día se descubren nuevas funcionalidades sobre estas herramientas. Porque la creatividad humana todavía supera a la IA, pero las personas usuarias han comenzado a usarla de forma sorprendente. De formas que ni a las personas que la han desarrollado se les había ocurrido.
Algunos ejemplos con los que puedes usar la IA
Si nos centramos en las redes sociales puedes pedirle que te escriba un texto, basado en tu blog, para una red social concreta. Es un gran punto de partida para evitar el temido folio en blanco. Puedes pedirle que te haga un guion para realizar un vídeo en tu canal de YouTube o pedirle ideas para generar tu plan de contenidos. Si redactar no es lo tuyo puede corregirte el texto que has realizado y así te olvidas de cometer faltas de ortografía. También puede resolver tus dudas en analítica web. Pero no solo es aplicable para el marketing digital.
¿Quieres un menú semanal adaptado a tus necesidades? Puedes pedirle que te prepare un menú vegetariano, pero que no contenga los ingredientes que te producen alergia o que no te gustan. De ese menú, puedes seleccionar lo que te gusta y pedirle que te dé la receta, ¡incluso que te haga la lista de la compra!
También puedes pedirle que te haga rutas o excursiones por tu zona. O solicitarle una clasificación de los mejores restaurantes con las pautas que tú le marques (para ir con criaturas, que acepten mascotas, vegetarianos…). Te puede servir para mejorar tu inglés, pidiéndole que actúe como docente. Incluso jugar a las adivinanzas o al ajedrez.
El límite está en tu imaginación… y las capacidades de la IA que, a pesar de sus errores, aún desconocemos hasta dónde pueden llegar.