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Cada vez que se hace referencia al contenido de una web o de un blog, aparecen las palabras calidad y original. Es difícil atrapar la atención de las personas con un contenido que no cumpla estos requisitos. A Google le da pistas sobre la calidad el número de visitas que recibe una web: a más visitas, más calidad, ya que le interesa a mucha gente. Para la originalidad es imprescindible que el texto sea único. Si se repite, estaremos ante contenido duplicado, que puede resultar perjudicial para el posicionamiento de nuestro sitio web.
¿Qué es el contenido duplicado?
Google define el contenido duplicado, literalmente, como “bloques de contenido considerables en varios dominios que coinciden completamente o que son muy parecidos”. No olvides que para Google el contenido es texto pero también fotos y las URLs.
¿Cuáles son las consecuencias de tener contenido duplicado?
El contenido duplicado puede provocar que empeore nuestro posicionamiento, aunque hay distintos niveles de penalización: desde un ligero descenso de posiciones en buscadores hasta desaparecer de los resultados de búsquedas. Esto último se produce si Google detecta -o decide- que el contenido duplicado se ha creado con mala intención, es decir, que estamos haciendo trampas para conseguir un mejor posicionamiento en buscadores. Aparte de la consecuencias en buscadores, también puede que la persona autora del material, texto o fotografía, decida denunciar la copia, provocando consecuencias legales. Además, si se descubre que estamos copiando contenido ajeno, nuestra reputación online puede quedar seriamente dañada. Cualquier comentario o queja publicadas en una web o red social diferentes de la nuestras dejará un rastro muy difícil de eliminar, quedando visible para siempre.
Tipos de contenido duplicado
Podemos distinguir dos grandes grupos de contenido duplicado: el que se repite dentro del propio sitio web, o contenido duplicado interno, y el que se repite en URLs diferentes, o contenido duplicado externo. Vamos a ver los casos más habituales de cada uno de ellos:
Contenido duplicado interno:
- Tener el mismo dominio con el prefijo www y sin él. Esto provoca que existan dos webs idénticas con distinto dominio.
- Aprovechar el mismo texto para diferentes páginas del sitio web. Esto suele hacerse en las descripciones de productos de tiendas online, por ejemplo.
- Utilizar las mismas etiquetas y metadescripciones en varias páginas del sitio web. Es conveniente elaborar estos textos en lugar de usar el mismo para todas las páginas.
- Disponer de la misma dirección URL con diferentes terminaciones según el uso que se les vaya a dar. Un ejemplo claro son los sitios web con diferente terminación según el país. Para Google son sitios diferentes con contenido igual o demasiado parecido.
- La traducción literal de contenidos que están en otro idioma. Google tiene recursos para detectar el duplicado aún en idiomas diferentes.
Contenido duplicado externo:
- Copiamos en nuestra web todo o parte del contenido creado en otro sitio sin mencionar ni incluir ningún enlace hacia el original.
- Copiamos en nuestra web contenido creado en otro sitio pero cambiando palabras y frases para hacerlo parecer diferente. Google tiene capacidad para distinguir este intento de engaño.
- Copian parte o todo nuestro contenido en otros sitios web, bien sin hacer referencia a nuestra autoría o bien intentando engañar a Google cambiando algunas palabras.
- Cuando compartimos nuestros contenidos con otras webs con idea de ganar visibilidad (sindicalización), puede copiarse mal, lo que podría generar confusiones y problemas. Un ejemplo de esto es cuando se envía una nota de prensa.
Consejos para evitar el contenido duplicado
Entre sus indicaciones sobre los riesgos del contenido duplicado, Google nos dice que “el contenido duplicado de un sitio no implica que deban tomarse medidas al respecto a menos que aparentemente el objetivo sea engañar y manipular los resultados (…). Si tu sitio tiene problemas relacionados con contenido duplicado (…) conocemos muy bien la manera de elegir la versión adecuada para mostrarla en los resultados de la búsqueda”. Aún así, hay medidas que puedes tomar para reducir, o evitar, el contenido duplicado de tu web, disminuyendo así también el riesgo de recibir una penalización:
- Puedes hacer cambios en el diseño HTML de tu web para dar indicaciones a los robots sobre cosas como qué contenido de tu sitio no deben rastrear, si existen varias versiones de tu página web o traducciones de la misma, cuál es la mejor versión según el tipo de destinatario…
- No copies contenido ajeno. Si deseas hacerlo, lo mejor es que avises a la persona autora y le pidas su autorización. Una vez tengas permiso, recuerda incluir su nombre y un enlace al post original. Asegúrate de que ha pasado un tiempo desde su publicación, para que Google lo indexe primero.
- Controla que no te están copiando. Existen diferentes herramientas para rastrear contenido duplicado. Una de las más conocidas es Copyscape, gratuita y bastante intuitiva. En caso de detectar que nos copian, lo primero es ponernos en contacto con la web infractora y solicitar que lo retiren o que hagan las menciones correctamente. Si esto no surte efecto, podrás denunciar la página ante Google.
- Google Search Console es otra herramienta imprescindible para dar un repaso a nuestras URLs.
- Screaming Frog y Virante tools son herramientas útiles para localizar contenido duplicado dentro de nuestro sitio web o blog.
En BcomeDigital te recomendamos aplicar el sentido común. Copiar no es una buena práctica ni en el mundo analógico ni en el digital. Esmérate al redactar tus contenidos y evita aprovechar los textos, aunque estén escondidos en las metadescripciones. No te agobies por un mínimo contenido duplicado dentro de tu sitio web, que es algo habitual en casi todos los casos. Y si tienes sospechas de que algo va mal, pide ayuda a profesionales que te ayuden a solucionarlo antes de que tu sitio web se vea seriamente perjudicado.