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Una auditoría SEO es la forma de evaluar si estás llevando a cabo una buena estrategia de posicionamiento de tu web -y otros medios digitales- en buscadores. Hablando de una manera ‘académica’, es el análisis de un sitio web bajo unos criterios específicos, denominados factores de posicionamiento, que utilizan Google y otros buscadores para evaluar la calidad de un contenido, para detectar errores y oportunidades de mejora en la optimización para motores de búsqueda.
Esos factores de posicionamiento están, en parte, publicados y documentados. Y abordan aspectos técnicos, como la rastreabilidad de una web o el etiquetado schema, otros de calidad de contenido, y criterios de popularidad y UX, como el enlazado externo o el tiempo de carga. Google, por ejemplo, tiene publicado un manual de optimización SEO en el que se definen algunos de los criterios de la optimización en buscadores.
Gracias a herramientas de análisis como Screaming Frog, Search Console, Analytics, Semrush o la propia observación de las SERP, realizada de una manera sistemática, se puede hacer auditoría completa de tu sitio para adecuarse a esos criterios.
¿En qué consiste una auditoría SEO?
Cuando hablamos de una auditoría SEO, aunque nos basemos en una metodología bien definida y contrastada, debemos comprender que va a variar en función del tipo de negocio, su contexto online y offline, los objetivos que persigue y las necesidades de la clientela.
Así, si hablamos de un medio digital, es posible que lo más relevante sea el tráfico o la fidelización, mientras que para una aseguradora lo que necesitamos es captar leads. Realizando una auditoría podemos detectar tanto errores como oportunidades con un gran impacto en un negocio.
Por lo tanto, antes de comenzar a obtener datos y gráficas, debemos establecer un criterio que nos sirva de base para analizar el SEO de una web. Esto pasa por definir una serie de KPI que sean relevantes para nuestro negocio. Recuerda que el objetivo final de una auditoría SEO es proponer soluciones que mejoren el negocio desde una perspectiva online.
Por definir un guion más o menos fijo, una auditoría SEO se compone de estas cuatro fases.
- Análisis del contexto actual y los objetivos. A nivel de negocio, competencia y comportamiento de las SERP en el mercado.
- Análisis de la web. Desde una perspectiva técnica, de contenido, popularidad y de experiencia de usuario.
- Priorización de las oportunidades de mejora. Teniendo en cuenta el impacto de las acciones y el nivel de esfuerzo de implementación.
- Hoja de ruta de implementación. Una calendarización que permita materializar el esfuerzo realizado anteriormente y que el beneficio se haga efectivo.
Una buena auditoría SEO debe incluir los puntos 3 y 4, ya que son los que diferencia el buen trabajo de una consultoría. Un plan de acción pasa por priorizar aquello que va a tener un mayor impacto con el mínimo esfuerzo y calendarizar todo el proceso con una estrategia coherente y realista.
¿Cuándo debo hacer una auditoría SEO?
Elegir el momento más idóneo para auditar tu web no es fácil, ya que el contexto interno y externo es cambiante y nunca va a haber una situación perfecta. Aun así, consideramos que hay contextos que se prestan a ello.
- Cuando se detecta una variación acusada en Search Console y/o Analytics: Hay ocasiones en las que una variación muy acusada puede ser consecuencia de una penalización manual o de alguna modificación técnica que dificulta el rastreo.
Una revisión periódica de las herramientas de analítica puede librarte de un buen susto, ya que puedes detectar penalizaciones y errores en tu web simplemente observando las variaciones de tráfico.
- Cuando se va a hacer una migración: Es el tipo de situación más estable para analizar y establecer una hoja de ruta para tu web, definir puntos de mejora y corregir aspectos que se detecten en la auditoría web.
- Al realizar cambios sustanciales en la arquitectura web, derivados de modificaciones en tu modelo de negocio: Por ejemplo, si vas a añadir una nueva línea de productos o vas a incorporar nuevos servicios, es posible que quieras cambiar la fuerza del posicionamiento en las diferentes partes de tu web.
- Cuando se producen actualizaciones del algoritmo: De manera regular, Google y otros buscadores actualizan y mejoran sus algoritmos para ofrecer unos resultados de búsqueda más satisfactorios. Aunque éstos se producen alrededor de unas 500 veces al año, siempre hay actualizaciones más profundas. Por ejemplo, el update de agosto de 2024 que penalizó aquellas webs que estaban optimizadas para los motores de búsqueda de manera no natural, sin tener en cuenta la experiencia de usuario.
No obstante, dado que los criterios de posicionamiento cambian a lo largo del tiempo, es necesario realizar auditorías de manera regular para detectar posibles variaciones que nos perjudiquen, así como oportunidades de mejora.
Aspectos esenciales de un análisis de posicionamiento web
Como habíamos dicho anteriormente, los factores de posicionamiento son cada vez más complejos y, por lo tanto, las auditorías SEO se han vuelto multidisciplinares. Cada vez tienen más peso factores como la Experiencia de Usuario y la popularidad de una web.
Sin embargo, existe una serie de bloques esenciales que debemos mirar siempre.
El primer paso de una auditoría SEO: Rastreo e indexación
Que las páginas que estamos intentando posicionar sean accesibles por los robots de Google es el primer paso de cualquier proyecto, ya que de nada sirve crear un buen contenido si no ayudamos a que los robots y las personas lo encuentren.
De la misma forma, en una auditoría de indexabilidad también será esencial priorizar qué URLs queremos que sean rastreables (e indexables) y cuáles no, para que el contenido que enseñemos a los buscadores sea aquel verdaderamente relevante.
Las herramientas principales para evaluar este apartado son Screaming Frog, Google Search console (En el apartado de páginas, especialmente), los sitemap.xml y el archivo robots.txt
Auditoría de SEO técnico
Los aspectos técnicos son lo más básico para tener en cuenta en una auditoría. En este apartado, puedes encontrar problemas relacionados con las url, la implementación de Schema, web multiidoma o con el renderizado de páginas.
Por ejemplo, el etiquetado Schema es uno de los aspectos técnicos que Google tiene más en cuenta en el posicionamiento de las webs para los diferentes tipos de resultados. Tanto es así, que Search Console incorpora un apartado de fragmentos enriquecidos con diferentes subaparados, como pueden ser preguntas frecuentes o eventos.
Otros aspectos técnicos vitales son la detección de url duplicadas y la correcta implementación de etiquetas canonical en webs multiidioma o con filtros de producto. Este tipo de fallos son fácilmente detectables con Screaming Frog.
Por último, y como aspecto más avanzado, podemos encontrarnos con problemas de renderizado que dificultan el rastreo de nuestra web si no están correctamente implementados. Dependiendo de la tecnología utilizada, los frameworks basados en Javascript –Angular, React y Vue principalmente-, pueden presentar problemas de este tipo.
Análisis del SEO on page y la calidad de la información
La calidad del contenido es el elemento clave para captar la audiencia adecuada y llegar a unas tasas de conversión adecuadas. Es lo que hace que convenzas a tu público de que tienes el producto que mejor satisface sus necesidades.
Para ello, debes cargarte de argumentos y presentarlos de manera adecuada. No es imprescindible un texto de 2000 palabras si puedes convencer con un vídeo. Pero lo vital es:
- que detectes adecuadamente la intención de búsqueda. Las palabras clave utilizadas y el mensaje facilitarán la conversión, si así lo requiere la url.
- que dejes clara la temática de cada página. Con el metatítulo y la metadescripción bien definidos y lo suficientemente llamativos.
- que construyas unas páginas semánticamente correctas, con encabezados de primer nivel en todas las páginas y los h2, h3, etc necesarios y bien distribuidos.
- una estructura de enlaces que facilite la navegación y tenga coherencia.
Otros aspectos, como la ausencia de errores 400 o que la web esté perfectamente adaptada a dispositivos móviles son básicos.
En este apartado, además de Screaming Frog (Para metaetiquetados o errores 400), debes utilizar el apartado de Rendimiento de Google Search Console, Semrush/Sistrix y el análisis del SEO on SERP.
Este último apartado es cada vez más importante, ya que la forma en la que los buscadores muestran la información es de lo más variada. Por ejemplo, si para una búsqueda en concreto Google muestra vídeos, será una quimera que trates de posicionarte mediante un artículo de 900 palabras.
Análisis de la optimización del rendimiento
Hay varias formas de analizar nuestro sitio web a nivel de rendimiento y usabilidad. La herramienta de PageSpeed Insights de Google es la más habitual para evaluar el WPO de una web, y tiene a su favor que está 100% adaptada a los Core Web Vitals.
También podemos hacerlo desde GTmetrix, una plataforma gratuita que nos permite analizar el comportamiento de la web a nivel de tiempo de carga y gestión de recursos.
Es interesante ya que utiliza una escala propia para medir el rendimiento (GTmetrix Grade), pero también te proporciona los Core Web Vitals. El informe es muy visual, y clasifica las acciones a implementar por nivel de impacto en el rendimiento.
De todas formas, tampoco es necesario tener un 100% o un A++ en todas las métricas. De hecho, es casi imposible obtener la máxima puntuación sin perjudicar la experiencia de usuario. Por ello, siempre debe prevalecer la usabilidad ante una WPO técnicamente perfecta.
Por otro lado, puedes integrar los informes de Google PageSpeed Insights con Screaming Frog mediante la creación de una clave API, que debes introducir en la herramienta de crawleo. La parte positiva de esta integración es que puedes analizar el rendimiento a nivel de URLs individuales y, junto a la integración con Google Analytics y Google Search Console puedes detectar problemas importantes de rendimiento para corregirlos.
Popularidad y confiabilidad
Cada vez es más relevante el EEAT, que es la autoridad con la que te considera Google y depende de tus perfiles sociales, las referencias que tengas en la red o las reseñas en Google. Tener un ecosistema en el que seas alguien de confianza y con una experiencia contrastable te hará crecer.
Este aspecto se evalúa revisando reseñas y perfiles sociales, además de tu perfil de enlazado externo.
Respecto al link building, el primer paso es analizar el perfil de enlaces del sitio web, y compararlo con el de tu competencia más directa. Esta investigación la puedes realizar con herramientas SEO como SEMrush, MOZ o Ahrefs de forma bastante sencilla. Desde SEMrush, al tener un proyecto creado te va avisando del “nivel de toxicidad” de tu perfil de enlaces, para que puedas decidir si marcar ciertos enlaces como “disavow”.
Una vez revisado y limpiado el perfil de enlaces, pasamos a analizar la brecha de backlinks existente entre nuestra web y la de nuestra competencia más directa, con el fin de encontrar nuevas oportunidades de enlazado externo.
¿Qué hacemos con los resultados de la auditoría SEO?
Con toda esta información, ¿por dónde empezamos? Dependiendo de la profundidad del proyecto y de los resultados que arroje la auditoría SEO, tenemos que definir una priorización de las acciones a realizar.
Nuestro consejo es utilizar la matriz impacto-esfuerzo. Mediante esta matriz, nos encontramos con diferentes niveles de prioridad para las correcciones que marca la auditoría. Por ejemplo, si encontramos páginas huérfanas destinadas a la conversión, nos conviene trabajar el enlazado interno, ya que pueden ser claros quick wins (puntos de bajo esfuerzo de corrección que pueden tener un gran impacto).
Sin embargo, si vemos que se puede mejorar ligeramente el WPO de las páginas de la tienda online, pero supone trabajar la unificación de recursos JavaScript, posiblemente no nos merezca la pena meternos en ese tipo de cambios, porque el impacto será menor y el esfuerzo alto.
¿Ya tienes más claros los puntos más relevantes de una auditoría SEO? Por supuesto, cada proyecto tiene sus particularidades y no se puede marcar una auditoría estándar, pero hay aspectos que se deben trabajar con toda seguridad.