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Con la irrupción del coronavirus en nuestras vidas, todo ha cambiado. Lo hemos sentido en cada uno de los ámbitos de nuestras vidas: personal, doméstica, laboral, social. Y, por supuesto, a la hora de hacer marketing también hemos sentido estos cambios. Durante estos meses de locura hemos seguido atendiendo a nuestra clientela, que ya tenía presencia en Internet o la estaba construyendo, y también hemos ayudado a negocios que necesitaban estrenarse en el mundo online. En ambos casos hemos notado cambios en la forma de enfocar los servicios de marketing digital.
Recorte de presupuesto
El cambio más inmediato es que muchas empresas han recortado el gasto en marketing y comunicación. Algunas, porque se han encontrado con que ha bajado su actividad y tienen menos cosas para comunicar. Otras, por intentar reducir gastos ante la incertidumbre.
En BcomeDigital siempre recomendamos no reducir el presupuesto a cero. A pesar de las dificultades, esta situación pasará y los negocios que hayan permanecido en la memoria y en la retina de las personas tendrán más posibilidades de remontar. Desaparecer de las búsquedas de Internet hace que perdamos notoriedad e incluso podemos dejar de estar en la agenda mental de nuestro público. El gasto en marketing digital siempre es una inversión.
Inmediatez
Muchas de las empresas que nos han contactado para poner en marcha su página web lo han hecho obligadas por las circunstancias. Y todas buscaban, y necesitaban, una respuesta rápida. Tener presencia online lo antes posible para no perder el tren. En estos casos ha habido que mantener la calma y trabajar rápido para, sin saltarse ningún paso, construir rápidamente una página web que sea una buena base para el futuro de la empresa. Una web mal planteada puede resultar tan inútil como no tener nada.
Empujón definitivo para empresas indecisas
La crisis del coronavirus ha sacado a muchos negocios de su zona de confort, empujándoles a adentrarse en Internet en un momento en que les hacía mucha falta. Antes de la crisis, muchas PYMES y pequeños negocios miraban con recelo Internet. Era habitual oír “Internet no es para mí” porque les parecía un lugar para negocios con más alcance geográfico, con más productos o de más tamaño.
Ahora quienes solicitan nuestros servicios vienen con el convencimiento de necesitarlo. Ven la necesidad y el potencial de llegar a las casas a través de las pantallas de los ordenadores y de los móviles. Su competencia lo hace y no pueden perder ese tren. Durante los últimos meses Internet ha sido la única alternativa. Este nuevo escenario ha sido el empujón definitivo para muchas empresas que aún dudaban acerca de si dar el paso o no, pasando de indecisas a plenamente convencidas.
Estrategias a corto plazo
Las estrategias de marketing ya no son a medio o largo plazo. Ante la incertidumbre en la que vivimos, elaboramos estrategias para plazos muy cortos. Hay que tener capacidad de reacción casi inmediata, según los cambios se van produciendo. Es muy difícil adelantar acontecimientos; las estrategias deben ir pegadas a la actualidad. Tanto las de marketing digital como las del negocio en general. En algunos casos es posible plantearse algunos escenarios, en un intento por tener algo pensado por adelantado, aunque esto no es garantía de acertar.
Monitorización más necesaria que nunca
En BcomeDigital siempre hemos sido muy fans de la analítica y la monitorización. El trabajo no acaba cuando la página web ya está funcionando; el trabajo no ha hecho más que empezar. Los datos que se consiguen de las acciones de marketing en Internet es una de las grandes diferencias con el mundo no-digital: puedes conocer con gran precisión, casi en tiempo real, cuáles de tus decisiones estratégicas te están dando buenos resultados, y cuáles no. Y así decidir de nuevo.
En condiciones normales es importante monitorizar los resultados para corregir desviaciones y tomar las decisiones que nos lleven camino de nuestros objetivos. En estos momentos de crisis, sobre todo con las empresas y negocios que han empezado en Internet, la monitorización tiene que ser casi a diario, para ir rectificando y mejorando los resultados. El éxito en Internet rara vez es fruto de la suerte; nace de un buen trabajo previo y de una monitorización bien hecha, que ayude a ir tomando las decisiones correctas.
Resumiendo, la crisis del coronavirus ha vuelto todos los ojos a Internet. Las empresas más reacias han tenido que rendirse a su potencial y las más escépticas han comprobado que es un entorno para cualquier empresa. Por otra parte, la necesidad de tener algo en funcionamiento cuanto antes está marcando el ritmo de trabajo, porque muchas empresas ven en Internet una alternativa vital y no pueden dejar pasar mucho tiempo.